jueves, octubre 26, 2006


¨COMANDANTE¨ CARLOS: Ex-guerrillero que lucho durante 14 años en los montes de Morazan, la zona dominada por la guerrilla, actualmente es el guia del museo de la revolucion y excelente narrador de ¨viejas¨ historias . JUNTOS VENCEREMOS!!!!!!!!VIVA LA REVOLUCION!!!!!

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

SONI. Vaya cara de pedo que tiene el "comandante"!!!...., bueno, frivolidades a parte, debe tener una conversación muy interesante y espeluznante a la vez. Cuántas cosas habrán visto esos ojos que para nosotros son inimaginables. Aprovechad las lecciones de vida!!!. Besos

2:55 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

queremoos saber la historia de la guerrilla!!!!

10:17 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Dos pasos adelante y uno atrás = a un paso adelante. Así se avanza. Continuad.

11:03 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

De cómo el Comandante Carlos, sus compañeros y Radio Venceremos acabaron con el General Monterroso y sus secuaces genocidas.

“Durante la revolución cada día hasta las 18.00 horas Radio Venceremos emitía desde cualquier punto itinerante de la sierra del Morazán, agazapada tras la maleza o escondida a varios metros bajo tierra. Dándose el caso de haber estado ocultos bajo el propio ejército del gobierno en alguna ocasión.
Radio Venceremos era la voz de la revolución, desde donde se realizaban llamamientos y proclamas, desde donde se narraban las hazañas y batallas de la guerra, desde donde se pasaba el parte de los diferentes frentes muy alejados e incomunicados y desde donde se contaba otra historia del país diferente a la oficial. Desde Radio Venceremos se animaba la Revolución, se alimentaba la ilusión de un pueblo hambriento y con sed de justicia. Nunca el nombre de una emisora estuvo tan bien elegido. La voz de Santiago, su más famoso locutor, llegaba a través de las ondas a todos los extremos del país y en casetes a las diferentes partes del mundo que querían oír el grito del Frente Farabundo Martí por su pueblo. En las altas montañas del departamento de Santa Ana, en las playas de La Libertad, en San Miguel, en La Unión o en las calles de San Salvador siempre había algún soñador que arrimaba discreto la oreja a un transistor y animaba con el puño cerrado a sus compañeros de las montañas. Allí arriba, campesinos convertidos en improvisados guerrilleros, viviendo casi a la intemperie en tiendas de campaña de papel de plástico, competían divertidos e ingenuos, ignorando el peligro, porque sus hazañas fueran narradas en las ondas.

Por este motivo Radio Venceremos era el botín más codiciado para el ejército. Una Revolución sin voz no es una revolución, pensaban. De este modo cuando llegó a San Salvador la noticia de la captura de Radio Venceremos no tardaron en llegar al Morazán los altos cargos del gobierno. El General Monterroso a la cabeza inspeccionó durante un par de día el hallazgo, orgulloso del logro, frotándose las manos al pensar en las condecoraciones y felicitaciones que acarrearía para su persona. Un par de días sin emisiones de Radio Venceremos derrumbaron la moral de la guerrilla y del pueblo que añoraba su victoria. Era el triunfo del ejército, callar para siempre Radio Venceremos sería el final de la Revolución. El general Monterroso dio órdenes de cargar el artefacto en un helicóptero para transportarlo inmediatamente a San Salvador. Se encontraba impaciente por mostrar en la capital la mismísima Radio Venceremos como si fuera la cabeza del guerrillero más buscado, estaba impaciente por mostrar al tío Sam su gran victoria moral sobre los sublevados.

A los pocos minutos de elevarse el helicóptero del General Monterroso, sus secuaces genocidas y la voz de la Revolución, ésta estalló en mil pedazos sobre las montañas del Morazán, pereciendo todos los que allí la cortejaban orgullosos.

A las pocas horas Radio Venceremos retomó sus emisiones desde algún punto indeterminado de la sierra, y se abrieron miles de botellas de guaro por todo el país para celebrar una nueva victoria de la Revolución.”

Palabra de Dios hermanos! Viva la revolución, viva Radio Venceremos, viva la ilusión.

Besos, amor y revolución
A. El deschelado

12:41 a. m.  

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